Cuidado de la piel.

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  Nuestro cuidado de la piel y belleza tienen varios componentes: una figura hermosa, un cabello sano y fuerte y, por supuesto, una piel suave y aterciopelada. La piel femenina ha sido cantada por los poetas durante siglos, y los grandes artistas siempre han tratado de encontrar colores para transmitir en el lienzo su ternura y encanto de matices.

La piel se verá hermosa si comemos bien, llevamos un estilo de vida saludable, nos movemos más y tratamos todo de manera positiva, pero la piel también requiere algo de cuidado, especialmente hoy cuando vivimos en la atmósfera de las grandes ciudades. Los efectos destructivos sobre la piel no se limitan a los gases de escape y al agua clorada: también hay sustancias químicas domésticas, radiación electromagnética, estrés y muchos otros factores adversos.

cuidado facial

  Si no cuida su piel adecuadamente, no se verá muy bien, incluso si intenta mantener un estilo de vida saludable y no tiene malos hábitos. La piel siempre debe estar limpia, ni siquiera se discute, de lo contrario, la belleza y la salud están fuera de discusión. El polvo, el sebo, las escamas muertas: todo esto contamina la piel, provoca problemas y enfermedades.

Nuestro entorno cambia constantemente y depende en gran medida del clima. Cuando la temperatura y la humedad son normales, la piel se siente bien, pero el aire caliente y seco combinado con el sol abrasador para la piel es destructivo: causa la aparición temprana de arrugas. El viento frío y las heladas hacen que la piel se vuelva áspera y roja, y este es también el camino para el envejecimiento prematuro.

Si al mismo tiempo es incorrecto lavarse mucho y sucumbir al estrés, incluso una piel sana puede sufrir cambios negativos. Es mucho más fácil prevenir estos cambios que tratarlos. El cuidado de la piel depende de su tipo y condición: la piel puede ser seca, normal, combinada, grasa o descolorida, flácida. Por supuesto, sobre todo suerte para aquellos que tienen una piel normal: mate, elástica, firme. Dicha piel, como regla, siempre es suave y rosada, los poros no son visibles en ella, es hermosa y saludable. Sin embargo, se requiere cualquier cuidado de la piel.

Es posible que hayamos olvidado esto, pero el producto más importante para el cuidado de la piel es el agua pura. Cuando nos lavamos la cara, limpiamos la piel de suciedad, grasa, excretas y microbios que caen desde el exterior. Cuando uno se lava la piel con agua tibia o fría, la circulación sanguínea mejora, comienza a respirar y absorbe mejor los nutrientes.

Es necesario lavar la piel solo con agua limpia y suave, sin impurezas ni sales dañinas. El agua destilada o agua mineral natural es mejor. Si usa agua dura para el lavado, la piel se resecará, se irritará, y aparecerán escamas blancas y peeling, ya que las sales de calcio y magnesio, cuando se combinan con los medios de lavado, se vuelven insolubles.

Antes de lavar la piel con esa agua, debe hervirse durante un tiempo prolongado, aproximadamente una hora, y luego defenderse para que las sales puedan asentarse. El agua se volverá menos dura si le agrega una cucharadita de bicarbonato de sodio. No debe lavarse con agua demasiado caliente o demasiado fría.

Si se lava la cara con agua caliente durante mucho tiempo, los vasos sanguíneos se dilatan y permanecen en este estado. La piel se desvanece, se vuelve sensible al frío y flácida. Si siempre usa agua fría, la piel se seca, pierde vitalidad, se desengrasa y se desprende. Ideal — lavar la piel con agua a temperatura ambiente.